Las ramas de un arbusto y la nieve cubriendo el paisaje son suficiente motivo para acercarnos a la fotografía de manera sigilosa, buscando pulsar los resortes sutiles de la abstracción que nos produzcan placer en la contemplación de una imagen tan simple que no tiene secretos, bueno tal vez alguno, la textura de la nieve y que está cazada con un 70-200 que me permitió "cuadricular" el paisaje del valle de Otal en Bujaruelo.
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