Es otro de los motivos que me gusta incluir en las fotografías de paisaje, ya sea como elemento secundario o como motivo principal, como en este caso. Recuerdo esa jornada de montaña porque la iniciamos con una espesa niebla. Como dice el refranero popular, en estos casos montañero a la cabaña. Pero en el recorrido previsto varios ibones nos llevaban de la mano y consideramos que no tendríamos ninguna dificultad en encontrar el camino, como así fue. El complemento de las amenazadoras nubes bajas contribuyen a resaltar la solidez de la roca frente a la amenaza, y la senda de la izquierda nos muestra el camino...
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