La primavera pinta los paisajes y las últimas nieves se resisten a abandonar las cumbres. El Pirineo se viste de fiesta y el agua empieza a desparramarse. Es el momento de coger la mochila, calzarse las botas y disfrutar de la naturaleza. En esta ocasión la toma está reencuadrada al formato cuadrado buscando que la curiosa nube quede centrada y enmarcando la cúspide del primer horizonte.
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